Pon chocolate de cobertura al baño maría en un bol, con cuidado de que no entre agua en el interior.
Caliéntalo a fuego lento para que se vaya derritiendo.
Cuando las 3/4 partes aproximadamente estén fundidas, apártalo del fuego y remueve hasta que se derrita del todo.
Con él puedes bañar bizcochos, galletas, etc.
Si añades un trozo de mantequilla a punto de pomada, o bien un jarabe de agua y azúcar cuando esté fundido, obtendrás un chocolate más liquido y podrás bañar tartas con una capa más fina.
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